2009/10/19

JAY LICHTMANN

Principal trompeta de la Hartford Symphony Orchestra, profesor y músico solista.
Un profesor excelente, ha creado un sitio desde el  web de la Universidad de Hartford del que podemos descargar partituras gratuitamente para trompeta sola, quintetos, cuartetos y otros grupos de metales, además de ejercicios y rutinas que propone este magnífico profesor.
-http://uhaweb.hartford.edu/lichtmann/downloadsindex.html

 Incluyo su autobiografía traducida al castellano:


Jay Lichtmann
(Principal trumpet Hartford Symphony Orchestra, music teacher, solo artista).

" Crecí en un suburbio de Los Angeles, en el Valle de San Fernando, y en ese momento el Valle de San Fernando había muy fuertes departamentos de música instrumental en la secundaria y niveles altos de la escuela. Mi hermano mayor tocaba el bombardino y me gustó la idea de tocar un instrumento de viento, y la trompeta parecía fácil.
En secundaria, entre los profesores de música el mío era especial. Su nombre era Tommy Johnson, y fue uno de los tubistas mas importantes de Los Ángeles y además fue profesor de escuela secundaria. Él tocó en la banda sonora "Tiburón", y en los años 60 y los 70, cuando había una banda sonora con una tuba, era él. Fue un gran maestro, tenía una banda prodigiosa y fue siempre una inspiración para mí.
Yo estaba en la banda en la escuela secundaria, tomé clases particulares y toqué en una orquesta juvenil fuera de la escuela. Cuando cursaba el último año de escuela secundaria, sabía que quería ser músico profesional. Mis padres siempre fueron alentadores en lo que me decidí a hacer. Nunca me desanimaron.
Hice mi trabajo de pregrado en el California Institute of the Arts, una pequeña escuela de artes fuera de Los Ángeles,marché a hacer los estudios de posgrado en Yale. Estuve allí durante un semestre, y luego gané una audición para un trabajo en el extranjero. Yo conocía a alguien que estaba tocando con la Filarmónica de Israel, y él me puso en contacto con Zubin Mehta, porque necesitaban un trompetista. Hice una audición para Zubin Mehta en el Avery Fisher Hall. Esta no es la forma en que la gente suele obtener sus empleos, pero esto fue un “enchufe” que ayudó.
Se estaba muy bien tocando con una gran orquesta y viviendo en un país extranjero. Tenía 22 años y era la primera vez que había estado fuera de EEUU. Pero me cansé de vivir en Israel, y yo quería tocar en una orquesta estadounidense. Me fui a vivir con un amigo a Nueva York, y fue leyendo el periódico de la Unión Internacional de Músicos, que sale cada mes - si usted es un músico sin trabajo, eche un vistazo a las páginas de la Unión para saber de las audiciones de cada mes - y vi el anuncio del trabajo en Hartford.
Es un mundo extraordinariamente competitivo, sobre todo para ser un trompetista de orquesta. Tal vez, en un mes se convocan una o dos oposiciones, a veces ninguna, y hay cientos de trompetistas que compiten por los puestos de trabajo.
Hice la audición y gané el puesto, y he estado en él durante 25 años.
Tocar en la sinfónica no es 100 por ciento de mis ingresos, porque no se paga mucho. Enseño un poco, clases privadas y en la Hartt School de Música en la Universidad de Hartford, y hago muchos trabajos “freelance” haciendo shows –toco en muchas bodas- y toco en un quinteto de metales como trompeta solista. Tienes que hacer todo esto si quieres tocar. No hay manera de sobrevivir tocando en Hartford estrictamente como músico en una orquesta. La recompensa no es, evidentemente, el dinero. Hay un montón de maneras más fáciles de ganar dinero que siendo músico. Pero la satisfacción de hacer música y la comunicación, la satisfacción que obtengo de tocar y la enseñanza del instrumento, dan sentido a mi vida. No es el dinero. No hay nada mejor que la sensación de sentarse en la orquesta y llegar a desempeñar un papel importante en ella, con una enorme cantidad de solos, como una sinfonía de Mahler, y haciendo un gran trabajo de interpretación, realmente tocando. No hay nada que pueda superar esta sensación de logro y superación.
Creo que puede ser muy interesante ir a escuchar una orquesta, porque no hay nada como el sonido de todos los músicos sonando allí como uno solo. Lo mejor de escuchar una sinfonía de Beethoven, incluso si ya has escuchado a la Quinta de Beethoven un centenar de veces, es que aún guarda sorpresas. Algo es cierto, hay que familiarizarse con ella antes para sacar el mayor provecho. Tienes que hacer tu tarea. Pero la música clásica es siempre muy interesante para escuchar".

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